miércoles, octubre 28

Sueños

No sé qué hacer con mis sueños. Todas las noches sueño y cada mañana, todas las mañanas de mi vida, los recuerdo con claridad. La mitad son pesadillas, pero no me cansan; por el contrario, me emocionan mucho porque casi siempre soy capaz de darme cuenta de que se trata de simples sueños e involucrarme en las historias por la buena.

Cuando era niña llevaba "diarios de sueños", que siempre abandonaba por floja. Hace un par de años comencé a escribirle mails matutinos a mi mamá, contándoselos. Sus respuestas siempre eran "Ya no cenes tanto, hijita", o "Vaya sueño mafufo" (con cariño, claro). Dejé de hacerlo (de nuevo, por floja) y perdí la costumbre.

Hasta la fecha, cada mañana le cuento mis sueños a Beto y eso me ayuda a recordarlos durante el día. Pero, con el tiempo, los dos los olvidamos. Por eso voy a escribir el sueño que tuve hace unos días, y también el que tuve hoy: para no olvidarlos.


Moneda
Voy flotando con los brazos abiertos, planeando, por un campo amplio y lleno de pasto. Alcanzo a ver casas pequeñas, graneros de lámina, construcciones dejadas a la mitad. Vuelo torpemente, caigo y vuelvo a subir; el viento controla mi vuelo. Me saco del bolsillo de la gabardina una moneda y la veo: su centro es un holograma. Al principio me asombro, pero inmediatamente recuerdo que las monedas son actualizadas automáticamente. Dependiendo de la situación del peso mexicano, el holograma marcará los digitos "10" u "8". Así, pienso, evitamos aglomeraciones y caos. Si la moneda se devalúa, el holograma lo indica y nada se puede hacer al respecto. Tu dinero vale mucho o poco y punto; no hay pierde. De repente, mi moneda cambia de color, se vuelve rojiza. Es porque recibí un SMS. Sí, en ella. Lo leo. No recuerdo qué dice, pero al terminar, muestra un mensaje publicitario y luego vuelve a ponerse un 10.

Amanecer
Vivo con Beto en un edificio del DF. Queremos ver el amanecer. Al subir a la azotea, alcanzo a ver el edificio de enfrente. Es igual al nuestro, con balcones, pero en él, cada balcón es una especie de dolmen horizontal envuelto por las raíces de los árboles que sostiene. Un árbol por dolmen, simulando los baobabs que crecían en el planeta del principito. De lejos, parece una pirámide de árboles. "Qué gran idea", pienso. Seguimos subiendo. Llegamos a la azotea y vemos la ciudad a nuestros pies. El DF, en mi sueño, es montañoso, como Lisboa, como Xalapa. Vivimos en la parte más alta de la ciudad, desde donde se alcanza a ver el mar. El DF, en mi sueño, claro, tiene mar. Sopla un viento muy fuerte, que mueve las aguas de las albercas de los vecinos que viven más abajo, en la misma calle que nosotros. Amanece. En un segundo, el azul del cielo y el del mar dejan de ser uno solo y adoptan cada uno su color particular. El cielo tiene unos tonos azules, grises y platas eléctricos, saturadísimos. Parecen pintados por un fanático del alto contraste, con pinceladas gruesas. El mar es de un azul tan cristalino y homogéneo como sólo deben verse, imagino, las playas de las islas del Pacífico. El agua de la alberca de mis vecinos es verdosa, intensa y limpia. Todos los tonos comenzaron en una misma mancha azul y se fueron separando conforme el sol fue saliendo. Beto me abraza y vemos a la ciudad despertar. Es increíble. Es la escena más bonita que he visto en mi vida y tal vez nunca pueda verla de nuevo.

5 comentarios:

Rubo dijo...

Órales, qué bonitos sueños.

Yo solamente me acuerdo de partes o del argumento principal, pero me cuesta trabajo recordar detalles.

De los que más me gustan es uno donde voy en un camión con un montón de conocidos (hasta ustedes) y tiene pisos con restaurantes, salas de billar y otras cosas.

Anónimo dijo...

La otra vez soñé que mi familia se mudaba a su departamento y ustedes pasaban a ser como otros padres.

No me preguntes de donde salió, tan solo soy un anónimo que solo los conoce de letra fuente y pixel pero quería comentarte, a lo mejor soñaste que albergabas una familia. Puede ser.

Por aquella atención onírica, gracias.

:)

el extranjero dijo...

La wera es como un sueño y yo tan sólo soy un pobre soñador!!!!, así diría si fuera Alex Lora.
La vida es sueño y los sueños sueños son!!! Así si fuera Calderón de la Barca.
Existe otra de Pedro Infante pero nomacuerdo... Y así muchas más. Apoyenme y aporten unos, amigos de amiguiz

el extranjero dijo...

Aaaaaahhhh... Sí, ya macordé, PatAmorfa diría Sólo somos sueños, sólo somos sueños... comosi fuera vocalista de Jaguares.
Y Bunbury diría que el rumbo de tus sueños coincide con mis pesadillas.

Botica Pop dijo...

tu segundo sueño me ha parecido hermosísimo. ahora entiendo porque soybeto es fan de que se los cuentes. me conmovió solo de imaginarme las sensaciones. que bueno que nos lo compartiste, gracias.