viernes, septiembre 11

Silvio

Hay un juego que consiste en hacer una pregunta en voz alta, abrir un libro seleccionado azarosamente y luego dejar caer el dedo índice sobre él. El renglón marcado es la respuesta a la pregunta hecha. Ejemplo: ¿Viene ya el estallido social? Respuesta, del libro La más bella historia del mundo, página 43, octavo renglón: Lo que no era completamente estúpido.

Me gusta Silvio Rodríguez por cientos de razones que no vienen al caso en este post. Una de ellas, la belleza de su poesía, tiene que ver con el juego del libro oráculo. Creo que si alguien se dedicara a reunir la obra de Silvio en un libro -y tendría éste que ser bastante grueso- podríamos pasar las horas jugando a seleccionar versos aleatoriamente, reflexionando sobre ellos. Y sonriendo. Y llorando. Y luchando.

Creo que cada frase de cada canción de Silvio es, por sí sola, arrancada de su contexto o dentro de él, hermosa. Los versos de combate bien podrían ser emblemas revolucionarios. Los de amor podrían ser impresos en tarjetas Hallmark. Etcétera.

Dejo aquí algunas de mis favoritas:


Me estremecieron mujeres
que la historia anotó entre laureles.
Y otras desconocidas, gigantes,
que no hay libro que las aguante.
Los hombres sin historia son la historia.
Grano a grano se forman largas playas.

Algo debiera embrujar los misiles,
alguien debiera hacer estallar
el hongo de los derechos civiles
de los fantasmas que pueblan Bagdad.
Amo a una mujer clara
que amo y me ama
sin pedir nada
—o casi nada,
que no es lo mismo
pero es igual—.
Haciendo crítica social
me perfumé de valiente,
creyeron que era disidente
y no era más que natural.
Esto no es una elegía
ni es un romance, ni un verso:
más bien una acción de gracias,
por darle a mis ansias
razón para un beso.

Que tiemble la injusticia cuando lloran
los que no tienen nada que perder.
Siempre que un hombre le pega a otro hombre
no es al cuerpo al que le quiere dar:
en ese puño va el odio a una idea
que lo agrede, que lo hace cambiar.

La cobardía es asunto
de los hombres, no de los amantes.
Los amores cobardes no llegan a amores,
ni a historias,
se quedan allí.
Ni el recuerdo los puede salvar,
ni el mejor orador conjugar.
Dicen que es duro el oficio de flor
cuando sus pétalos se ajan al sol.

Yo vivo de preguntar,
saber no puede ser lujo.

Los años son, pues, mi mordaza, oh mujer.
Sé demasiado, me convierto en mi saber.

La rabia es mi vocación.
En la latitud del ojo
lleva el mando la sorpresa,
maravilla del asombro
cuando llega la belleza.

A veces defender a un compañero
de la calumnia, es más que ir a la guerra.

Con un poco de amor, tanto me enriquecí,
que gastaba y siempre quedaba
mi poco de amor.


10 comentarios:

pispiration dijo...

Buen post preparativo para el domingo.

Rubo dijo...

Ohhh, qué bonito. Todas son bellas, pero en especial me gustó:

Yo vivo de preguntar,
saber no puede ser lujo.

Isidro dijo...

E iremos a verlo en dominguín... :)

Salvador Fabela dijo...

Ok: respeto a Silvio :-)

Anónimo dijo...

wow yo también lo amoo

muy bueno tu comentario

Chilangelina dijo...

Supongo que hay un motivo especial para hacer este post ahora, pero no sé cuál es... :-(

Chilangelina dijo...

Ah, ya leía los otros comentarios. Qué bien.

Kleitoris Eremítico dijo...

Noche encantadora, donde la música y la poesía llenarán tus sentidos

Domingo 13 de septiembre, 19:30 horas | Auditorio Nacional, México, D.F.

Es es el dato que te faltava saber, chilangelina.

Diviertanse por mi.....

Vil Clinton dijo...

Que cante Causas y Azares, aunque yo no pueda escucharlo.

Queridita dijo...

Cante lo que cante... :)