A veces así pasa

Que un hermano nace para ganar y otro, para perder. El primero está destinado a brillar; el segundo, a pasar inadvertido, a ser chiquito.

Pero, a veces, también pasa que una gata bully se dedica a beberse el agua del hermano pequeño. A quitarle su único alimento, como si ella no tuviera un plato repleto de croquetas de salmón, un bebedero con agua fresca y una taza de carísima leche.



Y a mordisquear sus hojas en las mañanas.

Qué difícil es la vida de algunas plantas.