Dos semanas sin Tlaxcala (Pesadillas)

Mi hermano me invitó ayer a ver Darwin's Nightmare (la recomiendo, por cierto), y la que terminó teniendo pesadillas fui yo. Despierta desde la cinco de la mañana por miedo a que al regresar al sueño, la historia continuara; acabo de desayunar galletas y una bebida calientita (rico chocolate malayo que trajo mi mamá y que debo tomar diario desde que el Dr. Platas me prohibió consumir altas dosis de café como es mi costumbre).

De Tlaxcala regresé hace dos semanas. Entregué mi informe final de investigación (calificado con adjetivos muy halagadores, by the way) y pasé los últimos dos días paseando por la ciudad, viendo películas en mi casa, leyendo, comiendo y, en síntesis, rascándome el ombligo. El sábado, mi hermano y mi mamá fueron por mí. Empacamos todas las cosas, las metimos (quién sabe cómo) a la cajuela y, después de hacer una escala en el Zoológico del Altiplano y otra en Huamantla, para ir al Museo del Títere, que estuvo cerrado por la feria, llegamos a Xalapa.

Aquí ha habido sol y lluvia, intermitentemente. También, crispación política (no es la excepción), accidentes viales e intenso tráfico pues Ahued (sí, sí, mi Ahued, mi alcalde preferido) quiere dejar hechos tres puentes más antes de abandonar el cargo. Los que vivimos en Las Ánimas nos hemos quedado con una sola entrada/salida, y a veces a la hora de comer es desesperante manejar, aun con clima, música y todas las comodidades posibles.

También estuvo aquí la FILU, pero a ella quiero dedicarle un post entero, y eso no será hoy, pues tengo clase de Estudios Urbanos en menos de dos horas, y no me he bañado aún.

Pie de foto: Así quedó mi departamento tlaxcalteca. Gran ciudad.