Dos semanas antes de que yo naciera, en septiembre de 1985, tembló.
Cuando tenía cero años, mis papás se separaron. Mi papá se fue y llegó mi abuelita.
Cuando tenía un año, mi mamá trabajaba incansablemente para alimentarnos, vestirnos, educarnos.
Cuando tenía dos años, mi mamá tenía una moto y mi hermano, un casco rojo.
Cuando tenía tres años, acompañé a mi mamá a ser presidenta de casilla, en la elección de 1988.
Cuando tenía cuatro años, aprendí a leer.
Cuando tenía cinco años, mi mamá se fue a España a estudiar. Me quedé con mi abuela, con mi hermano y Porfi.
Cuando tenía seis años, mi mamá encontró el amor de nuevo. Este acabaría, queriéndolo o sin quererlo, convirtiéndose en algo así como un nuevo papá para mí. Vi el eclipse solar del 11 de julio, tomada de la mano de mi familia.
Cuando tenía siete años, no escuchaba nada que no fueran Los Beatles. Ese año, a mi mejor amigo le dieron un balazo y quedó en coma, de la que no salió hasta que murió, quince años después; así conocí la pérdida.
Cuando tenía ocho años, aprendí a nadar.
Cuando tenía nueve años, el peso se cayó y conocí la preocupación que da la incertidumbre. Ese año canté Carmen en un teatro abarrotado.
Cuando tenía diez años, quería ser futbolista.
Cuando tenía once años, le pedí a mis papás que me metieran a una escuela pública para ver qué había ahí.
Cuando tenía doce años, respondí "¡Cantante!" a la pregunta "¿Qué quieres ser cuando seas grande?"
Cuando tenía trece años, me enamoré por primera vez.
Cuando tenía catorce años, aprendí a rebelarme.
Cuando tenía quince años, aprendí a controlarme.
Cuando tenía dieciséis años, me hice rastas. También me caí de la bici y tuve amnesia temporal. Así conocí la precaución. Ese año murió mi tía Lucía, la persona más buena que se ha cruzado en mi andar. Así supe cómo nombraré a mi hija cuando nazca.
Cuando tenía diecisiete años, entré a estudiar Antropología y comencé a trabajar como mesera en un café; quería necesitaba deseaba anhelaba un coche y lo compré.
Cuando tenía dieciocho años, me fui a recorrer el desierto de Estados Unidos, en el asiento trasero del coche de mis tías Patti y Nancy.
Cuando tenía diecinueve años, me fui a Tlaxcala a trabajar haciendo antropología por primera vez.
Cuando tenía veinte años, tomé una mochila y me fui a Europa, yo sola, para ver si entendía por qué tanto alboroto. Lo entendí.
Cuando tenía veintiún años, me fui de mi casa y de mi ciudad. Llegué al DF enamorada y muy contenta, aunque aterrorizada.
Cuando tenía veintidós años, comencé a estudiar una maestría. Aún no he terminado mi tesis.
Cuando tenía veintitrés años, mi hermano se casó. Meses después, nació mi sobrino Leonardo, lo más bonito que he visto.
Cuando tenía veinticuatro años, me rompieron el corazón. El mundo, como lo conocía, se derrumbó. Barrí las cenizas y comencé a construir uno nuevo, lenta y pacientemente. Uno que no duela, un lugar digno de ser habitado. Dentro de él vivo ahora y hoy estoy cumpliendo veinticinco años. Felicidades, Alaíde.
jueves, septiembre 30
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15 comentarios:
Cuando el planeta Tierra tenía 4567 millones de años, nació Alaíde.
Cuando el hombre llevaba dos y medio millones de años caminando sobre la Tierra, nació Alaíde.
Cuando México tenía 175 años, nació Alaíde.
Cuando yo tenía tres años, dos meses y tres días, nació Alaíde.
Lo recuerdo muy bien. Esa mañana mis papás me llevaron a soplar burbujas de jabón al centro de Coyoacán.
Muchas felicidades, Amiguiz. Que cumplas feliz muchos años más.
¡lloro!
Felicidades, hormiguiz. Te quiero.
Que chido post, muchas felicidades
Yo celebro que un día hayas nacido, y que en tu paso por la vida estés, efectivamente, viviendo, y que en medio de ello, me haya tocado la suerte de estar ahí.
Te quiero mucho, Ala.
Ay, qué nudo en la garganta, qué gran texto.
Te abrazo mucho y muy fuerte.
Te quierooooooooooo.
Ya quisiera cualquiera vivir en 50 años lo que tú has vivido en la mitad de ese tiempo.
Felicidades a ti y sobre todo, por ti.
HBTU
Hola:
Felicidades.
Espero acabes pronto tu tesis.
Pienso que ese será un nuevo salto cualitativo que te ayudará a que el futuro te sea aún más promisorio.
Sólo una cosa. El mundo siempre duele, la única forma de escapar a ello estando vivo es en la situación que viviste a tus 16.
Así que mejor acaba de barrer cenizas y sigue con el buen ánimo y enjundia que te caracteriza.
Saludos
RRS
a veces me pasa que me siento agradecida cuando alguien me hace llorar. gracias. y felicidades, por supuesto, con todo y todo.
Feliz 1/4 de Siglo!
Wow! qe lindo post!
hace mucho qe no me emocionaba tanto leer algo. Qe manera tan padre de hacernos sentir parte de esos 25 años con el simple hecho de leerlo. Feliz cumple!
Gracias, amigos, veo que comienzo mis veinticinco años muy bien acompañada. Pablo, Sof, Eileen, Xerófilo, Chavatore, Boticapop y también a los que conozco menos: ¡Los quiero! ¡Muchas, muchas gracias!
felicidades, hace mucho que no posteaba, entras a la enfermedad del cuarto de siglo que te pudo desrir, cuando cumpli un cuarto de siglo me case, y soy muy feliz, espero que tu tambien seas feliz, no me puedes dar las grasias por que no soy tu amigo, pero algunavez lo fui.
felicidades, hace mucho que no posteaba, entras a la enfermedad del cuarto de siglo que te pudo desrir, cuando cumpli un cuarto de siglo me case, y soy muy feliz, espero que tu tambien seas feliz, no me puedes dar las grasias por que no soy tu amigo, pero algunavez lo fui.
Sé que es un poco tarde para hacer un comentario que agregue algo que no esté incluido aquí, pero apenas hoy leí el post. Me gusta mucho cómo escribes, Ala. Qué fortuna haberme encontrado contigo.
Te quiero,
Liz
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