A Julio, cuando era niño, su papá le dijo que caminara erguido, que nunca agachara la cabeza, que mirara al horizonte, con la frente en alto. Julio creció orgulloso y digno. Muy digno, a pesar de que constantemente tropieza y se cae. Es que mira con la frente en alto, al horizonte, y nunca abajo, al camino.
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
Entradas
5 comentarios:
"Ojo que no mira más acá no ayuda al pie". Eso dice una canción buenísima.
Jojojo, en cuanto empecé a leer pensé en comentar algo de "ahora embarra sus zapatos muy seguido".
Yo me sabía la historia de Encorvado.
Encorvado era un tipo que antes caminaba erguido, pero un día se encontró una moneda en el piso. A partir de ese día empezó a caminar con la vista clavada en el suelo. A lo largo de su vida reunió 748 pesos en monedas, 72 clavos o tornillos, 45 clips, ganó un dolor de espalda y perdió a todos sus amigos.
Ay, Chila, tan afilada como siempre.
Qué triste la historia de chilangelina. :(
Publicar un comentario