Qué curioso es el fenómeno de la solidaridad inmediata. Uno tiende a ir en el taxi que no tuvo la culpa del choque. Uno apoya a un equipo al que no le va, y contra el que ha apostado, si es mexicano y está en un torneo internacional. Uno saluda y abraza a cuanto mexicano se encuentra en Europa, sin importar procedencia y motivos de viaje. Se le da más propina al mesero que trae una pulsera que revela que votará por el mismo candidato que uno.
¿No les pasa? A mí sí, todo el tiempo. Empatía, que le dicen.
Un paleontólogo tal vez me diría que la solidaridad es un remanente de las alianzas que tuvimos que establecer hace miles de años y que colaboraron con el proceso de hominización. Un romántico chauvinista quizás creería que es algo muy particular del caracter mexicano. La idealista que vive en mí cree que la empatía por el semejante es lo que nos mantiene humanos: Identificarse con un otro extraño es volverlo conocido, saberse acompañado en el mundo. A lo mejor es un poco de todo: tan remanente como romántico como ideal. O simplemente no es. Tal vez sólo me pasa a mí. Por eso pregunto de nuevo: ¿No les pasa?
¿No les pasa? A mí sí, todo el tiempo. Empatía, que le dicen.
Un paleontólogo tal vez me diría que la solidaridad es un remanente de las alianzas que tuvimos que establecer hace miles de años y que colaboraron con el proceso de hominización. Un romántico chauvinista quizás creería que es algo muy particular del caracter mexicano. La idealista que vive en mí cree que la empatía por el semejante es lo que nos mantiene humanos: Identificarse con un otro extraño es volverlo conocido, saberse acompañado en el mundo. A lo mejor es un poco de todo: tan remanente como romántico como ideal. O simplemente no es. Tal vez sólo me pasa a mí. Por eso pregunto de nuevo: ¿No les pasa?
7 comentarios:
Vivo en Estados Unidos, ergo, me pasa todo el tiempo. Todo.
Cuando anuncian que detuvieron al culpable de un accidente-asesinato-robo-masacre-loquesea, mi primer pensamiento es: "que no sea latino".
Cuando llevo a lavar el carro, dejo más propina si el que me lo lava es mexicano.
Si la recamarera en un hotel es mexicana (y casi siempre lo es), le dejo una notita de agradecimiento en español.
Y si alguien en un negocio me quiere chamaquear -cosa que no logran, porque ellos serán mexicanos, pero yo soy chilanga-, la neta es que me da risa. Pero si me lo hiciera un armenio armaría un gran pedo.
Ahora, a qué se deba... la explicación se la dejo a los antropólogos. :D
A mí no, ¡soy un monstruo!
Ya, pero si alguien quiere empatizar (¿?) conmigo está bienvenido.
Ya no tan seguido, pero es chidito cuando pasa
Hola:
Creo que sabes que soy biólogo, como pasatiempo me gusta leer sobre conducta animal.
En ese contexto, entiendo que la empatía se vincula con lo que se conoce como la evolución del "altruismo".
Por ello pienso que no sería "lo que nos hace humanos", como tú postulas, ya que existe en muchas otras especies pero, indudablemente, es una de las características de nuestra especie.
Yo no he viajado mucho, pero si pienso que es una "sensación" que me es común. Pero definitivamente no la relaciono con lo "mexicano".
Lo malo es que yo aprecio que en muchas personas tiende a circunscribirse a círculos muy estrechos, pero eso ya es de sociología o, como dice Eileen, de antropología social.
Saludos
RRS
"Identificarse con un otro extraño es volverlo conocido".
Cierto, aunque el psicoanálisis diría más bien que identificarse con un otro extraño posibilita "conocerse" a sí mismo.
Zaz! Me cacharon, claro que todo el mundo tiene la culpa de todo menos uno, eso incluye a los que nos rodean.
Dice un celebérrimo maestro que si uno mira a los ojos del otro sólo ve un ser humano.
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