Ayer abrí una bolsa de tierra de cadáver. Dentro de ella, sorprendentemente, había comenzado a crecer una pequeña planta. Encerrada en plástico, sin acceso al aire fresco ni a los rayos del sol; olvidadada en el fondo de un mueble por más de seis meses. Se aferró a la vida, como los niños africanos que nacen a pesar de la desnutrición de sus madres, contradiciendo los pronósticos.
Veremos si insiste en crecer.
11 comentarios:
Todo lo que no las mata las hace más fuertes, ojalá y no esté resentida contigo por dejarla en esa bolsa porque puede que haya vuelto a la vida sólo para vengarse.
Es un mutante, mátala.
El instinto de supervivencia es de las fuerzas más poderosas
Creo que ya me ganaron mis tres teorías.
Sé que no están para saberlo ni yo para contarlo, pero quiero denunciar que la autora de este blog casi me medio mata cuando no riego las dichosas plantas.
¿Cómo se “casi medio mata“, exactamente? ¿O sea que te mata 4/10? ¿5/12?
Nueva Planta???
"Pero que sea desertica, oh siiiiii, desertica, asi si la riego no..."
Jejeje Saludos!!!
Amigo, amigo, amigo...
Cuando comencé a vivir sola me compré una planta: si era capaz de mantener algo con vida, mis posibilidades de sobrevivencia probablemente no eran tan malas.
He descubierto que las plantas sí puedo mantenerlas vivas pero las flores no. Y también detesto que se me mueran.
Pero no se me había ocurrido recurrir a métodos de resucitación radicales, habrá que probar.
Saluts!
Hola:
¿Por qué presuponen que es la misma planta y no la semilla de una especie distinta?
El texto es ambiguo en ese sentido.
Puede ser una planta carnívora.
Es un buen motivo para no publicar en un buen tiempo.
Saludos
RRS
Se me hace que fue una semilla de chabacano que Beto aventó a la maceta en vez de regarla.
Jajaja, el Xerófilo.
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