El Manual de Carreño asegura que,
a la hora de comer, uno debe:
servir a sus invitados primero,y después a sí mismo;
evitar que sus invitados
suban las manos a la mesa,
y que los hijos de sus invitados coman en el piso;
intentar que sus invitados se
terminen toda la comida, y recompensarlos con un rico postre si lo hacen;
y, a toda costa,