
Ayer comenzó la temporada de posadas. Y, con buen espíritu navideño, los que conformamos el equipo de producción de Al Chilaquil (oséase mis seis mejores amigos an-tro-pó-lo-gos y yo) celebramos la nuestra.Como las tradiciones, aunque sean muy chidas y hayqueconservarlas-vivalaidentidad, no son manifestaciones estáticas, sino que se encuentran en constante transformación, nosotros decidimos adaptar la fiesta a nuestro gusto y presupuesto. Incluyó: pambazos, ponche, pino, regalos, nochebuenas, piñatas, karaoke, Torres, juegos de azar y un nacimiento muy peculiar.

De izquierda a derecha: (atrás) Garfield, el Peje, Ideafix, el Comegalletas de mi celular, una ranita de barro; (adelante) dos Josés en convivencia que decidieron, en vez de tener hijos, mejor adoptar un borrego, y una María resignada que le pide a diosito un marido, puesto que el suyo ya sabemos que nomás no.