sábado, marzo 17

De cómo Santa conoció a Britney Spears

Un día me encontré una vivienda bien sospechosa. Pensé: ¿Será la casa de Buda?, ¿de Carstens?, ¿de mi vecino, el Señor-Pemex*? ¿de Joe De Lara?
Tiempo después, me enteré de la realidad: era la casa mexicana de Santa, adonde pasa los 10 meses del año en que nadie lo pela.

Claro que su tranquilidad terminó recientemente, pues hace ya semanas que anda apareciendo en las revistas de chismes y de noticias curiosas. Seguro que usted ya ha visto esta imagen en los autobuses y en los postes. Sabemos, gracias a los fotógrafos impertinentes, que a Santa le gusta de más la bebida y que cuando se le pasan los ponches le da por hablar con su caballito Princeso y por videograbarse en escenas no aptas para ojos jóvenes.

Ahora bien, la parte que nadie sabe, y que en este blog ofreceremos como noticiona principal, es que hace unos días, después de una peda que duró cerca de siete días (sí, siete, como los que se tomó diosito para hacer el mundo y lo que está en él. O eso dice mi abue), y lo sé porque fui testigo presencial y participante, nuestro amigo panzón se sintió demasiado deprimido y decidió suicidarse. Aquí, las fotos que no aparecieron en los medios comunes:
Aquí ya estaba bien decidido.
Nadie sabe cómo se trepó hasta allá. No había chimenea y los renos andaban descansando.

Aquí otra toma.
Las letritas se las puse yo porque me gusta presumir mi dominio de Paint.

Pues bien, menos mal que yo estaba cerca, husmeando a ver quién se paraba en lugar de discapacitados para tomarle una fotito para mi otro blog que nadie pela, ni yo, snif. Pero qué bueno porque me puse las pilas y, en cuanto se tiró (obviamente no lo iba a detener, hubiera sido la cuarta víctima aplastada), llamé rápidamente a una ambulancia.
Aquí vamos en la ambulancia.
Pedimos una del servicio secreto para mantener su identidad oculta.

Me prometió muchos chocolatitos Kinder para navidad y ayer me mandó una postal desde una isla caribeña adonde fue a parar para desintoxicarse y olvidarse de los ponches por un rato. Se hizo amigo de Britney y se rapó en solidaridad. Compusieron una canción juntos, prometen que será un hit.

Fin.

*foto proximamente

9 comentarios:

sirako dijo...

es un pasito duranguense...

estoy 94.65% seguro.

Isabelika dijo...

jejejejeje, saludos! me ha gustado mucho elpost!

Vil Clinton dijo...

Yo me quedé en cuando Jenny conoció a Santa.

Propongo una colecta para comprarle Prozac a Santa. Sino nos esperan puros regalos gachísimos esta Navidad.

El R. dijo...

Tal ves debiste dejar que se aventara. El tipo es un flojo que explota a los pobres duendes proletarios y luego se lleva la gloria entregando él los juguetes. No me parece justo. Pero bueno... igual y le surge un romance con Britney.

PuG dijo...

Esperamos no se haya tatuado el 666 en la frente...

Anónimo dijo...

grandioso el link que dejó vil clinton

Beto dijo...

Ja, en la foto donde lo estás llevando en la ambulancia (servicio secreto: pfff) se le ve la entrepierna. Naughty, naughty, naughty, you filthy old Santa.

Beto dijo...

¡Es la casa de Dick Watson!

Amiguiz dijo...

Sirako: Santa de Durango. No suena mal.

Isabelika: Gracias, igualmente :)

Vil: Pura pornografía para navidad, dices?

Ganso: Nah. Está ocupado con Jenny.

Pug: Nah. Sólo se tatuó Lucky en el hombro.

Anónimo cochinón: Bienvenido.

Beto: ¿Cómo adivinaste el coro de la canción?!

Beto again: Este... sí.