sábado, julio 1

Semana 1


Tlaxcala no ha resultado tan malo. Vivo en el centro de la ciudad, a dos cuadras de absolutamente todo lo que hay: museo, parque, iglesia, palacio, aurrerá, casa de artesanías, escalinatas y portales.
El proyecto sobre envejecimiento es mucho más ambicioso de lo que esperaba. Dentro de él, mi investigación sobre el ocio juega un papel pequeño, pero parte de las mismas variables que el resto y se complementa con los trabajos sobre violencia y feminización de la vejez.
Ha resultado bastante interesante conocer la dinámica de los clubes de la tercera edad en este estado, sus diferencias y analogías; su importancia dentro de la cotidianidad social y, particularmente, dentro del núcleo familiar.
No tengo tiempo de escribir más, y me disculpo por ello. He recorrido dos de los veinte municipios que visitaré (y apenas estoy cubriendo la primera de tres rondas). A pesar del cansancio, del sueño, del hambre y de lo mal que le sienta a mi piel la maldita sequedad del valle, la experiencia lo vale (y ni hablar de la bibliografía que he encontrado en el CIISDER).

En este momento estoy de regreso en Xalapa (sí, con lluvia al fin), preparándome para ver a mi abuela mañana y para votar el domingo. El lunes, Tlaxcala de nuevo. Y el viernes, de vuelta.
Y así y así y así... hasta terminar.

Saludos a todos y agradezco sus comentarios.
(Pie de foto: Don Pablo Pérez. La Trinidad Tenexyecac, comunidad de San Felipe, mpio. de Ixtacuixtla de Mariano Matamoros, Tlaxcala.)